Las empresas investigan los perfiles de redes sociales de los candidatos a un determinado puesto de trabajo. En muchas ocasiones esto va en contra de los posibles candidatos, ya que analizando principalmente las fotos, las empresas llegan a descartarlos para un puesto de empleo.
El estudio revela que los jóvenes son más propensos a crear y modificar su perfil para quedar bien y gustar a sus amigos en lugar de hacerlo en base a los posibles empresarios que contratan.
Ahora veremos algunos casos reales y curiosos de cómo las personas han perdido su empleo por las redes sociales. En uno de los artículos de la sociedad de la información que ha publicado la Fundación Telefónica, podemos conocer estos casos:
• Una trabajadora de una aseguradora suiza informó una mañana a su empresa de que sufría migrañas, por lo que no podía trabajar con un ordenador (debía permanecer en reposo y a oscuras), descubriendo su empresa posteriormente que había estado actualizando su perfil de Facebook regularmente durante su convalecencia, lo cual fue causa de despido.
• Una trabajadora inglesa acabó despedida por insultar a su jefe en Facebook y olvidar que lo tenía como amigo y que por lo tanto podía verlo.
• Una trabajadora de una empresa de logística inglesa escribió en su perfil público de Facebook que se aburría en el trabajo, tras lo cual fue invitada a buscarse otro en el que no se aburriera tanto.
• Una profesora de un colegio público americano fue despedida tras insultar a sus alumnos en Facebook y afirmar que los odiaba.
• 13 tripulantes de cabina de una conocida aerolínea británica insultaron a los pasajeros de la compañía (identificándose como trabajadores de dicha aerolínea) en un intercambio de mensajes público en Facebook, lo que les costó el trabajo.
• Un trabajador de un distrito escolar americano fue despedido tras hacer comentarios racistas sobre sus actividades laborales y mostrar un comportamiento poco apropiado según su empleador.
• Un trabajador de un call center afirmó que no podía ir a trabajar porque estaba enfermo, aunque gracias a su página de Facebook, los responsables de recursos humanos de su empresa supieron que lo que realmente sucedía es que tenía resaca y no quería ir a trabajar. Tras un intercambio de correos electrónicos con recursos humanos, se intuye que acabó despedido.
• Un becario de un banco americano comunicó a su jefe que no podía ir a trabajar al día siguiente porque tenía una emergencia familiar, cuando lo que realmente iba a hacer era ir a una fiesta de Halloween, tal y como demostraron las fotos de su perfil de Facebook.
• Una camarera americana fue despedida tras insultar y cotillear sobre los clientes del restaurante en el que trabajaba a través Twitter.
• 27 trabajadores de un club del automóvil americano fueron despedidos por los comentarios que hicieron sobre algunos de sus compañeros en sus páginas de MySpace.
Fuente: Fundación Telefónica / Lectiva.com
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